Stéphane Hessel (Berlín, Alemania, 20 de octubre de 1917) es un diplomático, escritor y militante político francés. Fue parte de la Resistencia Francesa frente al Nacizmo y es sobreviviente de los campos de concentración de Buchenwald y Dora=Mittelbau. Tras la liberación de Europa, al terminar la Segunda Guerra Mundial, fue uno de los redactores de la Declaración Universal de Derechos Humanos de 1948.
El libro Indignaos! (Indignez-vous!) editado en Francia el 2010 ( que alcanzó el millón y medio de ejemplares vendidos ese año), se ha relacionado con el Movimiento de los Indignados y Democracia Real Ya! en España y Francia que comenzaron el 2011 y hoy se han extendido por todo el mundo.
«Indignaos!» es un clamor que el autor hace a los jóvenes , si bien las causas de indignación de los tiempos actuales no parecen ser tan claras como cuando el autor era un «Indignado» contra el Nacizmo, él dice » Busquen y encontrarán», cualquiera que se haya puesto a analizar el sistema económico- político y social en el que vivimos puede automáticamente encontrar muchas causas de indignación y que existen prácticamente en todos los países. Hessel nos cuenta que venciendo al Nacizmo y a su a totalitarismo, se liberó de sus consecuencias no sólo a Europa sino al mundo entero, es por eso que a la Declaración de los Derechos Humanos se le dió el nombre de «Universal» y no «Internacional». Pues bien, el actual sistema constituye un peligro «universal» y es por eso la indignación se está dando en cada punto de este planeta.
Si tengo que resumir en una frase de lo que se trata este libro, diría que es un llamado a defender y conservar en la sociedad los valores y conquistas Sociales, contra peligros como el racismo, políticas antimigratorias, cuestionamiento sobre logros de la Seguridad Social y monopolios de la Banca, medios de comunicación y multinacionales.
Nos dice «La historia está hecha de choques sucesivos, es la asunción de los desafíos. La historia de las sociedades progresa, y al final, cuando el hombre ha alcanzado su completa libertad, se tiene el estado democrático en su forma ideal. Existe, desde luego, otra concepción de la historia. Los progresos conseguidos por la libertad, la competición, la carrera por el «siempre más» pueden ser vividos como un huracán destructor. «..»La peor de las actitudes es la indiferencia, el decir «yo no puedo hacer nada, yo me las apaño». Alcomportaros así, perdéis uno de los componentes esenciales que
hacen al ser humano. Uno de sus componentes indispensables: la capacidad de indignarse y el compromiso que nace de ella.Es posible identificar desde ahora dos grandes desafíos nuevos: 1. La gran diferencia que existe entre los muy pobresy los muy ricos, la cual no deja de crecer…..2. Los derechos del hombre y el estado del planeta.»
Hessel expone además una de sus causas de indignación a propósito del conflicto de la franja de Gaza y Cisjordania, califica como insoportable que judíos puedan cometer crímenes de guerra. ..»Desgraciadamente, la historia ofrece pocos ejemplos de pueblos que aprenden de su propia historia.»
La manera de indignarse para Hessel es la No-Violencia, ya que el futuro pertenece a la conciliación de las diferentes culturas..»Es el camino que debemos aprender a seguir. Tanto por parte de los opresores como por parte de los oprimidos, hay que llegar a una negociación para acabar con la opresión; esto es lo permitirá acabar con la violencia terrorista», evocando los mensajes de Mandera y Luther King ( yo añadiría por supuesto a Gandhi). También según él ( compartido por muchos como yo) se debe hacer resistencia contra la manipulación de la información que nos llega ..»Por eso,hagamos siempre un llamamiento a «una verdadera insurrecciónpacífica contra los medios de comunicación de masas que no proponen como horizonte para nuestra juventud más que el consumismo de masas, el desprecio de los más débiles y de la cultura, la amnesia generalizada y la competición a ultranza de todos contra todos».
Concluye con un mensaje concreto, pertinente y que invita a la reflexión
A los hombres y mujeres que harán el siglo XXI, les decimos con nuestra afección:
«CREAR ES RESISTIR,
RESISTIR ES CREAR»